Las fechas de pago se calculan en función del inicio/final del alquiler y están en sintonía con las obligaciones, derechos o garantías que el contrato de arrendamiento ofrece a ambas partes. Por ello, se recomienda especialmente no modificar las fechas de pago. Sin embargo, depende de ti y del acuerdo con el propietario, el de si negocias otro periodo de pago.