Tan pronto como el contrato de alquiler termine, el inquilino debe abandonar la vivienda. Sus inquilinos tienen la responsabilidad de dejar su propiedad en la misma condición en las que se la entregaron. Por eso pedimos que tanto los inquilinos como a los propietarios firmen el protocolo de salida con toda la información relevante (por ejemplo, los defectos encontrados, los daños y el acuerdo sobre su solución) y que registren el estado de la vivienda cuando el inquilino se mude mediante fotografías, para que haya una prueba suficiente en caso de cualquier situación conflictiva.
Aunque es necesario que ambas partes firmen el protocolo de salida, le recomendamos encarecidamente que esté presente personalmente en el momento en que el inquilino le devuelva la vivienda para que pueda comprobar inmediatamente el estado de la misma. Si el inquilino va a entregar la vivienda a otra persona, instruya debidamente a esta persona sobre cómo hacerse cargo de la vivienda y qué es lo que debe comprobar exactamente.
¡Intente evitar que el inquilino deje la vivienda sin que alguien la revise antes de su marcha!
